Sardinas con tomate al horno
Este es un plato típicamente veraniego, lo dejamos preparado, solo para meter en el horno, y al volver de la piscina, playa o de donde queramos, con un gazpacho bien fresquito listo. A mí me gusta prepararlo con sardinas pequeñas, tipo parrochas, me resultan más jugosas, pero eso va en gustos y cada cual tiene el suyo.
Y con todo esto, me viene a la memoria algo que decía mi padre: «la mujer y la sardina cuanto más pequeña más fina», a lo mejor, en estos momentos de absoluta confusión, eso suena machista, pero como yo a mi padre, que ahora tendría 105 años, nunca lo consideré machista, sino todo lo contrario, ahí se queda su dicho entre una de las muchas anécdotas familiares que llevo publicadas.
Ingredientes para 4 personas:
- 24 sardinas de las que más os gusten, mis preferencias van por las parrochas.
- 1 bote de tomate entero
- ½ cebolla en juliana
- 1 ajo, un manojo de perejil, un vasito de vino blanco y 1 cucharada de vinagre de jerez.
- Tomates cherry, o unas rodajas de tomate
- Aceite, pimienta y sal
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º durante 8 o 10 minuitos.
Limpiamos las sardinas, les quitamos la espina central y las dejamos unidas por la cola.
Partimos la cebolla en juliana lo más fina posible.
Machacamos en un mortero el ajo y el perejil, lo diluimos en un vasito de vino y una cucharada de vinagre de jerez..
Escurrimos los tomates (reservando el caldo), los partimos en trozos pequeños y los mezclamos con la cebolla.
En una placa de horno, mejor antiadherente, ponemos un poco de aceite, muy poco, y lo extendemos con ayuda de un pincel.
Vamos extendiendo las sardinas sobre la placa con la piel hacia abajo, salpimentamos y extendemos sobre las mismas un poco del tomate con la cebolla.
Podéis incorporar a la fuente unos tomates cherry o trozos de tomate.
Con ayuda de una cuchara repartimos la mezcla del mortero.
Ya está listo para meter en el horno precalentado a 180º y 10 minutos serán suficientes para deleitarnos con este magnífico plato.
Sugerencias útiles:
Lo normal es que estas sardinas en el horno no se sequen, pero si esto ocurriera podéis echar mano del caldo del tomate que hemos guardado y repartirlo poco a poco por encima de las sardinas.
Si no tenéis muy claro cómo funciona vuestro horno, al principio de la cocción, podéis tapar la bandeja con papel de aluminio, sólo dejándolo por encima.