Considerando la diversidad de alimentaciones y dietas, la cocina ha experimentado hasta encontrar alternativas que les beneficien a todos. De esta manera, ya no es necesario privarse de algunas recetas por incompatibilidades con los alimentos.
Si por alergia, problemas cardiovasculares, o dieta alimenticia el huevo no está dentro de sus posibilidades; pueden comer galletas sin huevo, y seguir disfrutando de su textura y sabor.
Ocurre muy comúnmente que este producto animal está fuera de la esfera de muchos, considerando las calorías o elementos que posee; sobre todo la yema del mismo, la cual es la más problemática en estos temas. Sin embargo, también es la que posee el aire que ayuda a compactar todos los ingredientes en las recetas clásicas. De este modo, como la clara del huevo no sirve de mucho en postres como estos, también se prescinde de ella.
Aunque pueda parecer poco probable de conseguir, no les mentimos si les decimos que se logra un resultado impecable y crujiente, aunque el huevo no esté presente. Inclusive, son varias las ideas para llevar a cabo este tipo de postre, por lo que tendrán mucho margen para experimentar, probar y hacer las que más les guste… ¡Comencemos!
Contenido de la receta
Receta galletas sin huevo
Para poder lograr esto, se necesita un ingrediente que dé cuerpo, y otro que ayude a compactar; los cuales son la harina y la mantequilla, respectivamente. El huevo tiene un propósito más bien leudante, con el cual se logra aportar aire para que la mezcla crezca y resulte más esponjosa. De no estar presente en la preparación, se consigue una galleta más compacta, pero de igual forma deliciosa.
También, agregar esencia de vainilla mantiene los sabores pasteleros, asemejando esa tradición de bizcocho. Por lo que, el sabor no cambia radicalmente, sino más bien un poco la textura. De esta misma forma, igual se consigue un resultado crujiente y bien armado.
Galletas de mantequilla sin huevo
Estas galletas son una propuesta diferente para lograr galletas en casa que, además de adaptarse a todo tipo de estilo de vida, también son más orgánicas; duraderas y fáciles de conservar. Los ingredientes utilizados tienen mayor tiempo de preservación, por lo que pueden durar más tiempo en la lacena… Si no es que se las comen todas en un bocado ¡Es que son deliciosas!
Ingredientes
- 500 gramos de harina leudante.
- 300 gramos de mantequilla.
- 200 gramos de azúcar.
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
- Pizca de sal.
Preparación
Tomen un bol grande donde se puedan mezclar todos los ingredientes. En él agreguen la mantequilla, la cual se aconseja que no haya estado en el refrigerador, para que tenga una suavidad como si se hubiese derretido. Si se encuentra muy compacta, debe pasarse un par de minutos por la estufa hasta que se suelte un poco más.
Con la consistencia perfecta de la mantequilla, se agrega el azúcar y se mezcla con un batidor, o de forma manual, hasta haber alcanzado una mezcla compacta. Deben mover enérgicamente hasta que el azúcar se haya desintegrado lo más posible y no se sientan los grumos. Para este paso una batidora eléctrica podrá ahorrarles muchos inconvenientes, pero sino, prepárense para usar ambos brazos o necesitar ayuda.
No dejen de mover en promedio de 10 minutos, hasta que el azúcar ya no se logre observar y como resultado exista una masa compacta. Añadan la vainilla, antes de agregar los ingredientes secos, y muevan muy bien. Pueden cambiar este sabor por zumo de limón, naranja, durazno, e incluso coco; sin embargo, nosotros queríamos conservar el sabor tradicional y por eso hemos usado vainilla, pero no hay limitantes para variar un poco.
Lo siguiente será incorporar la harina lentamente con la técnica del tamizado, y no dejar de mover la mezcla por otro lado, para evitar grumos. Acá se cambia la batidora por una paleta de madera o las manos, para poder integrar mejor todos los ingredientes, considerando el espesor del mismo. Sin embargo y si la batidora sigue siendo su opción, pueden programarla a una intensidad suave, para que la harina no vuele por los aires.
El resultado se dividirá en dos porciones, que posteriormente se estirarán sobre papel antiadherente. Cuando ya se hayan estirado ambas a un grosor aproximado de 1 centímetro o menos, con un molde se corta cada galleta. Luego, se colocan en una bandeja para hornear y se dejan reposar por periodo de 45 minutos a 1 hora. Al pasar ese lapso de tiempo, se coloca a precalentar el horno a 190°, y cuando ya haya alcanzado la temperatura justa, se llevan al horno por 15 minutos.
Lo último será dejarlas enfriar fuera de la bandeja, en una rendija de horno preferiblemente. Así ya tendrán listas sus galletas de mantequilla sin huevo, deliciosas, y nutritivas.
Galletas de avena sin huevo
Para veganos o aquellos quienes mantienen una forma de vida sana, también hay opciones. En este caso, se elimina casi por completo las harinas, se agrega fibra; y en caso de quienes no consumen ningún tipo de producto animal, también puede prescindirse de la mantequilla.
Es un alimento ideal para quienes hacen ejercicio, tomándolo como aperitivo antes o después del entrenamiento físico. También puede ser una merienda exquisita para veganos, y una forma de alimentar saludable a los niños, cuidando su ingesta de dulces.
Ingredientes
- 200 gramos de copos de avena enteros.
- 125 gramos de mantequilla o plátano, en caso de veganos.
- 200 gramos de harina de almendras, (o en su defecto de trigo).
- 100 gramos de coco.
- 100 mililitros de leche de almendras.
- Miel.
- 100 gramos de nueces (opcional).
Preparación
En primer lugar, piquen las nueces en trozos tan pequeños como deseen, y reserven. Luego, tomen un bol y viertan las cantidades de la avena, la harina y la mantequilla o plátano. Amasen preferiblemente con las manos, considerando lo espeso de los ingredientes; para que tengan mayor facilidad de integrar todos los alimentos.
Luego, colocan la leche, la miel, el coco y las nueces. En este punto pueden utilizar una paleta de madera hasta integrar todo por completo.
Lo que sigue será realizar bolas de la mezcla y colocarlas en una bandeja para hornear. Hagan pequeñas galletas de aproximadamente 1 centímetro de grosor, y aplasten hasta que se vean lo más uniforme posible. Con todas listas solo deberán hornear a 175° por 15 o 20 minutos, hasta que doren por completo; y queden crujientes en la superficie… Con esto ya quedarán listas, para degustar unas buenas galletas sin culpa.